Como decía, la torre en el horizonte me hizo entrar de lleno en los recuerdos de mi infancia. Cuando aparqué el coche en la Plaza, delante de la Iglesia, y pisé los adoquines empecé a caminar, tenía prisa, no habia nadie que me esperara, nadie quedaba de mi familia en Llerena, pero allí estaban las calles que yo había conocido de pequeña.Casi sin darme cuenta mis pasos me llevaron al a la esquina del Pasquín, guardado en mi memoria gracias a las imnurables historias que contaba mi madre, levantina de nacimiento y llerenense de adopción, no solo porque allí encontrase a mi padre, sino porque llerena había acogido a su familia con los brazo abiertos. Busqué mi casa, pero ya había sido derrumbada, conocí mi colegio en cuanto doble la esquina de la plazuela, y recordé a Doña Transito, mi maestra; la estación. Mi padre; y encontré personas que conocian y recordaban todavía a mis abuelos, a mi madre y a mi padre, ... Las calles parecían haber encogido, pero las vivencias de esos días son para mi imborrables, ...tuve además la suerte de tropezar con gentes estupendas., gracias y el mas cariñoso recuerdo a Manolita y a sus hijas.