Como decía, la torre en el horizonte me hizo entrar de lleno en los recuerdos de mi infancia. Cuando aparqué el coche en la Plaza, delante de la Iglesia, y pisé los adoquines empecé a caminar, tenía prisa, no habia nadie que me esperara, nadie quedaba de mi familia en Llerena, pero allí estaban las calles que yo había conocido de pequeña.Casi sin darme cuenta mis pasos me llevaron al a la esquina del Pasquín, guardado en mi memoria gracias a las imnurables historias que contaba mi madre, levantina ... (ver texto completo)
