Compramos energía a futuro

LA HABA: Tentiendo perfectamente, Miguel, querido amigo y vecino:...

Tentiendo perfectamente, Miguel, querido amigo y vecino: gracias al crecimiento tecnológico los esfuerzos en todos los trabajos físicos han mejorado de manera notabilísima y la producción ha aumentado exponencialmente, es que si no fuera así el mundo habría estallado hecho astillas. De lo que se trata ahora es de que, además, ese beneficio que las máquinas han puesto desproporcionadamente en las manos de los poderosos, sextienda a la par en un verdadero progreso pa la mayoría: pa vivir con sosiego, holgadamente, pa que haya cultura/educación/sanidad /ocio/ Y TRABAJO, joé, quel personal solo pìde trabajo para conseguir lo demás. Si el progreso valiese solo para producir fácilmente, con menos esfuerzo, a costa de aumentar el aparcamiento de trabajadores cada vez más baratos y solícitos a trabajar por lo que indignamente se les ofreciera, este mundo sería un tráfico de mercancías en el que habría que incluir a las mujeres y a los hombres como si fueran piezas ordinarias de un engranaje insensible: pero el mundo así, no lo dudemos, estallaría trágicamente.

Pero lo que quería decirte es que, efectivamente, aquellos trabajos eran durísimos; no sé si leerías lo que escribimos aquí de los “machaquines”, el oficio más duro que yo haya conocido mu de cerca. Pero, ojo, quel simple hecho de coger algodón doblando el lomo al principio del liño para solo erguirte al final dél, era durísimo, ¿tacuerdas lo que se sentía hasta llenar el morral?, jejeje, ……, yo lo cogí pa Luis “Chinche”, ¡buffff ¡, ahí casi en el Altozano, pa llevarlo a CEPANSA, y no quiero acordarme del salario ni de los dolores despalda. Porque lo que dice el esquivo Paco, la mente selecciona los buenos recuerdos pa que la nostalgia no sea enfermiza.

¿Y arrancar garbanzos?, todos los trabajos en que había que doblar la rabaílla eran mu penosos, mencanta que ahora los miremos como algo bucólico pero como las tormentas de La Lapa, jejeje: “Cuanto más lejos, mejor”. Precisamente por su penosidad y en agradecimiento a los que lo hicisteis, o lo hicimos, esto debe ser reconocido, escrito, inmortalizado como algo épico, porque sin exageración las jornadas de siega, las faenas de la era, el acarreo de la paja, todo ello lo era: y encima el agricultor se jugaba a una carta, la del tiempo, todo su trabajo de un año: repito, AQUELLO FUE ÉPICO.

(Solo los perezosos patológicos y las personas crueles osarían burlarse de un honrado trabajador: cuando vosotros pasábais por la puerta de mi casa yo me fijaba en vuestros hermosos ojos, que lo decían todo).

Un abrazo,

¡GLORIA PA LOS LABRAORES JABEÑOS!