A eso de “Y mientras fumo/mi vida no consumo/porque flotando el humo/me suelo adormecer” que cantaba la entonces voluptuosa “Saritísima”……
Yo contrapongo: “Y mientras fumo/mi vida yo consumo/porque tragando el humo/termino por toser”,
Aunque nadie se muere en la víspera, y podamos dudar de que sin tabaco se malvive: yo afirmo que con tabaco se malmuere. Uno no se muere por fumar, se muere por vivir que es una enfermedad mortal –como está escrito- que se transmite sexualmente (un abrazo a Miguel Costa, cada día más sabio); pero lo que nos debe preocupar, creo yo, no es el hecho inexorable de morir -que debe ser vulgar para la gente e inapreciable para uno mismo- ya que “la muerte es dulce”, lo que debería preocuparnos es “su antesala, que es cruel”, que diría Camilo, y que esa antesala sea digna para uno y lo menos penosa posible para los demás: no fumar, convéncete, ayuda mucho a esto.
Pero yo que estoy mu vivo, y mhefumao -paquete arriba, paquete abajo- casi medio millón de cigarrillos durante mi trepidante, - ¿o azarosa?- vida, estoy autorizado para intentar persuadir a los foreros fumadores de que obsten por no hacerlo. A mí me sirvieron, para tomar esa decisión que considero irreversible, estos pensamientos que pueden parecer fútiles, pero mu míos:
-Cuando fumar, más que un placer, es una cruz: ¿a qué ton seguir fumando?
-Mañana ya no fumo, me dije, simplemente: y aluego ya me callé.
-Si fumar consiste en aspirar y espirar humo venenoso: “Moreno, ¿por qué no aspiras y espiras aire puro, so demontre?
-Fíjate en los que no fuman, no sufren por ello: y no tienen nada en las manos.
- ¡Qué engorro!, apeteciéndome ponerme este niqui, ques tan fresco, no puedo hacerlo `porque no tiene bolsillo para el tabaco y el mechero.
-Cuando bese a quien tenga que besar, me percibirá maloliente.
- ¡Sólo prometo no fumar hoy!, me decía por las mañanas.
- La ropa, el coche, los roperos, el despacho, el saloncito, ¡bufffffff, qué olor, joé!
- ¡Madre mía! Las tantas, no tengo tabaco y tengo que salir a comprarlo……
- ¡Qué ronquidos, señor!, coneste hombre no hay quien duerma, ni quien sacueste.
-Viajo en coche porque en el avión no puedo fumar, ni en el tren.
-Lástima, no puedo comer en ese restaurante porque es de “no fumadores”.
¡MIRA LO QUE HAS AHORRAO!, me dijeron un año después. Y uno, que tiene más vicios que una garrota, y es “capitalista, de pecados capitales ¡Eh!”, contestó: “TRAILO PACÁ QUE LO VOY A INVERTIR EN VINO”.
Y no he vuelto a fumar después de unos años de todo aquello: ahora bebo un vino escandalosamente exquisito, que, según me dicen, cuesta un dineral, pero yo les respondo que me sale gratis porque es el beneficio de mi industria tabaquera: lo huelo (el vino, digo) –porque tengo un olfato como el feorro de Jean-Baptiste en el “El perfume”- y lo disfruto, y lo saboreo, y me emociono, y me pongo agudo, y hablo, converso, comprosa, y no abusando jamás de él, me encuentro en la gloria: y desto no me quita ni dios, porque está más rico que la “Saritísima” cuando, fumando, se fue a Jólivud. Yo creo que hasta trabajo más y mejor la hermosa, capitalista y pecaminosa Lujuria. ¿CÓMO NO DEJAR DE FUMAR POR TODO ESTO?
Buenos días a to el jabeñerío,
Yo contrapongo: “Y mientras fumo/mi vida yo consumo/porque tragando el humo/termino por toser”,
Aunque nadie se muere en la víspera, y podamos dudar de que sin tabaco se malvive: yo afirmo que con tabaco se malmuere. Uno no se muere por fumar, se muere por vivir que es una enfermedad mortal –como está escrito- que se transmite sexualmente (un abrazo a Miguel Costa, cada día más sabio); pero lo que nos debe preocupar, creo yo, no es el hecho inexorable de morir -que debe ser vulgar para la gente e inapreciable para uno mismo- ya que “la muerte es dulce”, lo que debería preocuparnos es “su antesala, que es cruel”, que diría Camilo, y que esa antesala sea digna para uno y lo menos penosa posible para los demás: no fumar, convéncete, ayuda mucho a esto.
Pero yo que estoy mu vivo, y mhefumao -paquete arriba, paquete abajo- casi medio millón de cigarrillos durante mi trepidante, - ¿o azarosa?- vida, estoy autorizado para intentar persuadir a los foreros fumadores de que obsten por no hacerlo. A mí me sirvieron, para tomar esa decisión que considero irreversible, estos pensamientos que pueden parecer fútiles, pero mu míos:
-Cuando fumar, más que un placer, es una cruz: ¿a qué ton seguir fumando?
-Mañana ya no fumo, me dije, simplemente: y aluego ya me callé.
-Si fumar consiste en aspirar y espirar humo venenoso: “Moreno, ¿por qué no aspiras y espiras aire puro, so demontre?
-Fíjate en los que no fuman, no sufren por ello: y no tienen nada en las manos.
- ¡Qué engorro!, apeteciéndome ponerme este niqui, ques tan fresco, no puedo hacerlo `porque no tiene bolsillo para el tabaco y el mechero.
-Cuando bese a quien tenga que besar, me percibirá maloliente.
- ¡Sólo prometo no fumar hoy!, me decía por las mañanas.
- La ropa, el coche, los roperos, el despacho, el saloncito, ¡bufffffff, qué olor, joé!
- ¡Madre mía! Las tantas, no tengo tabaco y tengo que salir a comprarlo……
- ¡Qué ronquidos, señor!, coneste hombre no hay quien duerma, ni quien sacueste.
-Viajo en coche porque en el avión no puedo fumar, ni en el tren.
-Lástima, no puedo comer en ese restaurante porque es de “no fumadores”.
¡MIRA LO QUE HAS AHORRAO!, me dijeron un año después. Y uno, que tiene más vicios que una garrota, y es “capitalista, de pecados capitales ¡Eh!”, contestó: “TRAILO PACÁ QUE LO VOY A INVERTIR EN VINO”.
Y no he vuelto a fumar después de unos años de todo aquello: ahora bebo un vino escandalosamente exquisito, que, según me dicen, cuesta un dineral, pero yo les respondo que me sale gratis porque es el beneficio de mi industria tabaquera: lo huelo (el vino, digo) –porque tengo un olfato como el feorro de Jean-Baptiste en el “El perfume”- y lo disfruto, y lo saboreo, y me emociono, y me pongo agudo, y hablo, converso, comprosa, y no abusando jamás de él, me encuentro en la gloria: y desto no me quita ni dios, porque está más rico que la “Saritísima” cuando, fumando, se fue a Jólivud. Yo creo que hasta trabajo más y mejor la hermosa, capitalista y pecaminosa Lujuria. ¿CÓMO NO DEJAR DE FUMAR POR TODO ESTO?
Buenos días a to el jabeñerío,
Mensaje
Me gusta
No