Jorge Muñoz, alias “Botijo” y natural de Helechosa de los Montes (Badajoz) fue descubierto por la Guardia Civil en su casa el 1 de enero de 1945. Logró escapar no sin antes dar muerte al sargento Ale- jandro Suela Moreno, al número Rafael Domínguez Lara, y al guardia municipal Nicolás Ciñuelo Carrasco cuando irrumpieron en su hogar. Herido tras recibir un tiro del alcalde de la localidad, Francisco Gómez, sería encontrado muerto al día siguiente. Como represalia, fueron ejecutadas su mujer y su hija. Arturo Peinado, historiador extremeño, nos ofrece una versión de lo ocurrido con algunas matizaciones. Al irrumpir las fuerzas del orden en su vivienda “Botijo” dio muerte a los tres guardias. El resto de la tropa que esperaba en el exterior lanzó varias bombas de mano al interior de la vivienda, produciéndose la muerte de su hija de nueve años Delfina Muñoz. Herido de consideración, huyó al monte donde fue perseguido por un heterogéneo grupo formado por guardias civiles y derechistas de la localidad, dos de los cuales resultaron heridos tras la batida. “Botijo” acabaría suicidándose a las afueras de la localidad. Al amanecer padre e hija serían enterrados en la parte civil del cementerio viejo tras ser paseados sus cadáveres por el pueblo. En cuanto a su madre y su mujer, ambas resultaron heridas tras el asalto a la casa aunque durante su traslado a Herrera del Duque fueron ejecutadas por los falangistas que las custodiaban. Su hermano, Francisco Muñoz, sería apresado en El Pantano y fusilado al día siguiente en Helechosa.