Ensaladilla Rusa
Patatas.
Zanahorias.
Guisantes.
Huevos.
Bonito.
Aceite de oliva virgen extra.
Vinagre.
Salsa Mahonesa.
Sal.
Cómo Preparar Ensaladilla Rusa
Ponemos a cocer en agua con sal los guisantes, que han de quedar muy
tiernos, las patatas, las zanahorias y un huevo duro por persona. En
cuanto al bonito, podemos utilizarlo en conserva (mejor en escabeche,
que le dará un contrapunto de sabor) o bien cocer un trozo de bonito
natural en agua con abundante sal, como si fuera agua de mar.
Una vez cocidos estos ingredientes procedemos a cortarlos procurando
hacerlo en trozos pequeñitos, y de tamaño más o menos similar. En un
bol grande los juntamos todos y añadimos un poquito de sal, la salsa
mahonesa al gusto, un chorro pequeño de vinagre y un chorro más
generoso de aceite de oliva, que le dará más sabor al sabor neutro de
la mahonesa. Revolvemos y mezclamos bien.
Preparamos cada ración dentro de un bol pequeño previamente engrasado
con aceite y lo introducimos en la nevera. Una vez frío, “desmoldamos”
sobre un plato y con un cuchillo tratamos de “alisar” con salsa
mahonesa. Por último y, justo antes de servir, rayamos un huevo duro
por encima.
Una ensalada clásica que admite múltiples preparaciones ya que cada
persona incluye unos u otros ingredientes, más o menos mahonesa, etc.
En este caso no lleva nada crudo, a mi me gusta que todos los
ingredientes sean cocinados.
Patatas.
Zanahorias.
Guisantes.
Huevos.
Bonito.
Aceite de oliva virgen extra.
Vinagre.
Salsa Mahonesa.
Sal.
Cómo Preparar Ensaladilla Rusa
Ponemos a cocer en agua con sal los guisantes, que han de quedar muy
tiernos, las patatas, las zanahorias y un huevo duro por persona. En
cuanto al bonito, podemos utilizarlo en conserva (mejor en escabeche,
que le dará un contrapunto de sabor) o bien cocer un trozo de bonito
natural en agua con abundante sal, como si fuera agua de mar.
Una vez cocidos estos ingredientes procedemos a cortarlos procurando
hacerlo en trozos pequeñitos, y de tamaño más o menos similar. En un
bol grande los juntamos todos y añadimos un poquito de sal, la salsa
mahonesa al gusto, un chorro pequeño de vinagre y un chorro más
generoso de aceite de oliva, que le dará más sabor al sabor neutro de
la mahonesa. Revolvemos y mezclamos bien.
Preparamos cada ración dentro de un bol pequeño previamente engrasado
con aceite y lo introducimos en la nevera. Una vez frío, “desmoldamos”
sobre un plato y con un cuchillo tratamos de “alisar” con salsa
mahonesa. Por último y, justo antes de servir, rayamos un huevo duro
por encima.
Una ensalada clásica que admite múltiples preparaciones ya que cada
persona incluye unos u otros ingredientes, más o menos mahonesa, etc.
En este caso no lleva nada crudo, a mi me gusta que todos los
ingredientes sean cocinados.