¡Qué cansancio! No ha venido ni un solo niño al colegio. Al menos esto ha servido para quitar del medio los papeles atrasados. La entrada me gustó bastante, los fuegos artificiales muy buenos, el sermón, sencillo, escueto y directo. En la caseta municipal, Raquel Palma nos deleitó (a ratos) con sus coplas y boleros. Se echó en falta una buena orquesta verbenera. Abrazos para todos / as.