No esperes al
verano amigo. el sábado, si Dios quiere, estoy en Orellana hasta el otro domingo, y tengo que sacar tiempo para
pescar, ver
amigos, practicar con la furgoneta del churrero, etc. Un caos vamos de ajetreo. Ha, y a una
barbacoa o dos que se invitará el churrero, claro está que no voy a pagar yo.