El día 2 de Febrero se celebraba enm Campanario "la candelaria". Era una fiesta de niños y, aunque hoy no se lleve explico lo que era, aunque supongo que casi todos la conoceréis.
Un mes antes de la fiesta, los grupos de niños, chavales, compreban un gallo de corral, con los espolones más grandes posibles, porque en ese mes, la distracción era el "pelear los gallos" y ver quién era el más valiente. El día de la Candelaria, sobre las dies, se juntaban la pandilla y en la calle de tiraba una sdoga de unlado a otro, y en medio se colocaba el gallo atado por las patas. Comn sable de madera, afilado, se ina dando sablazos al gallo hasta que moría y uno de los chavales le "corría la cabeza" vamos se la separaba del cuerpo. A ese, a su madre mejor dicho le tocaba cocinar el gallo y poner las natillas. Pare nosotros era una honra llevarnos la cabeza, porque significaba que éramos el más valiente de la pandilla, pepro la la madre era un disgusti porque le tocaba dar de cenar a los chavales.
¡menuda tengo corridas el día e la candelaria!, con Kikoel salvaje, Juanito el pollo que nos íbamos a PAedraescrita y unalños salieron los zapatos gualefra abajo y la tunda que me dio mi padre cuando nos encontro!. O tempo, o mores!.
Hoy no se entiende esta fiesta y se ha dejado a las viñas. Por cierto, las mujeres corrian una sardina aprensá. Un abrazo. Bastián.
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Un mes antes de la fiesta, los grupos de niños, chavales, compreban un gallo de corral, con los espolones más grandes posibles, porque en ese mes, la distracción era el "pelear los gallos" y ver quién era el más valiente. El día de la Candelaria, sobre las dies, se juntaban la pandilla y en la calle de tiraba una sdoga de unlado a otro, y en medio se colocaba el gallo atado por las patas. Comn sable de madera, afilado, se ina dando sablazos al gallo hasta que moría y uno de los chavales le "corría la cabeza" vamos se la separaba del cuerpo. A ese, a su madre mejor dicho le tocaba cocinar el gallo y poner las natillas. Pare nosotros era una honra llevarnos la cabeza, porque significaba que éramos el más valiente de la pandilla, pepro la la madre era un disgusti porque le tocaba dar de cenar a los chavales.
¡menuda tengo corridas el día e la candelaria!, con Kikoel salvaje, Juanito el pollo que nos íbamos a PAedraescrita y unalños salieron los zapatos gualefra abajo y la tunda que me dio mi padre cuando nos encontro!. O tempo, o mores!.
Hoy no se entiende esta fiesta y se ha dejado a las viñas. Por cierto, las mujeres corrian una sardina aprensá. Un abrazo. Bastián.
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