Luz ahora 0,05541 €/kWh

ALMORCHON: UN VIAJE EN EL TIEMPO POR UN FERROVIARIO CONVENCIDO....

UN VIAJE EN EL TIEMPO POR UN FERROVIARIO CONVENCIDO.
Los años que pasé trabajando en el ferrocarril fueron una experiencia única, un crisol de emociones y aprendizajes. Cada día era un nuevo capítulo en la historia de las vías, un constante vaivén entre la rutina y la aventura. Recuerdo el sonido del silbato, el traqueteo de las ruedas sobre los raíles, el olor al gasóleo y aceite de aquella maquinaria en los trenes, esas jornadas de trabajo en los diferentes puestos de responsabilidad en la gestión y operativa ferroviaria, los viajes transcurridos a los puntos de control  en el ámbito de la responsabilidad del puesto o funcion profesional en el devenir de la diaria, con la sensación de formar parte de algo más grande, de conectar personas y lugares.¨La camaradería entre los compañeros era especial, un lazo forjado en las largas jornadas y en la superación de desafíos. Éramos una familia, unidos por el amor a nuestro trabajo y el compromiso con el servicio. También recuerdo los momentos difíciles, las averías inesperadas, que obligaban a un trabajo extra con jornadas maratorianas, a retrasar las planificaciones programadas del servicio a prestar, pero incluso en esas circunstancias, la unión y el ingenio de la plantilla salían a relucir para superar cualquier obstáculo. En retrospectiva, los años como ferroviario fueron una escuela de vida. Aprendí la importancia de la responsabilidad, la disciplina, la colaboración y la adaptación. Pero sobre todo, aprendí a valorar la conexión humana, la capacidad de unir a las personas y de hacer que el mundo sea un poco más pequeño. Las vías del ferrocarril no solo conectan ciudades, sino también corazones y recuerdos, y yo tuve la suerte de ser parte de ese viaje durante muchos años.

Pepe J C.