UN VIAJE EN EL TIEMPO POR UN FERROVIARIO CONVENCIDO.
Los años que pasé trabajando en el ferrocarril fueron una experiencia única, un crisol de emociones y aprendizajes. Cada día era un nuevo capítulo en la historia de las vías, un constante vaivén entre la rutina y la aventura. Recuerdo el sonido del silbato, el traqueteo de las ruedas sobre los raíles, el olor al gasóleo y aceite de aquella maquinaria en los trenes, esas jornadas de trabajo en los diferentes puestos de responsabilidad en la gestión...