Desembocadura de la Acequia de Vera, VALENCIA

Foto de Vicente MR

Levante
EL MERCANTIL VALENCIANO
30·07·07 | 03:30

Las acequias de Alboraia vierten al mar junto a la playa de la Malva-rosa, con bandera azul
Sólo pequeñas barreras neumáticas impiden que los residuos lleguen al litoral

J. V. G.., Valencia Las playas de la Malva-rosa y de la Patacona sólo están divididas por la acequia de Vera, pero el mismo cauce que separa los términos municipales de Valencia y Alboraia actúa también como linde entre una playa, la de la Malva-rosa, que acaba de lograr la primera bandera azul de su historia, y otra, la de la Patacona, en la que los bañistas se ven obligados a convivir con los residuos acumulados en la desembocadura de la acequia de Vera.

Las aguas residuales transportadas por el cauce acaban en la planta de Vera, que posteriormente las envía mar adentro a través de un emisario submarino, pero la estación no es suficiente para evitar la acumulación de aguas residuales en el tramo de la acequia comprendido entre la estación y el mar. De hecho, como se puede observar en las dos fotografías situadas en la parte inferior de esta página, la suciedad se acumula en el agua embalsada, totalmente enverdecida y contaminada por la presencia de botellas y cartones. El agua no llegaba ayer al mar, pero los bañistas que tomaban el sol en la playa de la Malva-rosa debían convivir con sus residuos -y su olor- a pesar de la bandera azul de la que goza la playa norte de Valencia. La acequia no desemboca en el mar en la superficie, pero sí lo hace de forma submarina a 1.500 metros de la costa, donde el emisario también transporta las aguas de la acequia del Mar que, procedente del polígono industrial de Alboraia y de la huerta situada al sur del Carraixet, desemboca entre la Patacona y el camping situado entre el núcleo urbano y el paraje dels Peixets.

La del Mar es la única acequia del término municipal de Alboraia cuya desembocadura no está cubierta de residuos, pues dispone de una presa basculante cuyas compuertas impiden que lleguen al mar. No ocurre lo mismo con la de la Marquesa, que transporta los residuos generados en la huerta situada al norte del Carraixet y en la que la semana pasada se detectó un vertido amarillo que obligó a cerrar la zona sur de la playa de Port Saplaya, junto al centro comercial. La playa se reabrió al día siguiente de que se detectase la mancha, pero los residuos sólidos siguen acumulándose en la desembocadura. Sólo una pequeña barrera neumática naranja impide que botellas, cañas y sandías lleguen al mar. Bastaría una crecida del agua para que acabasen en la la playa. Con o sin aumento del nivel del agua de la acequia, los bañistas deben tomar el sol a escasos metros de los residuos.

Todo ello ocurre en una zona que está experimentando un espectacular crecimiento urbanístico. El ayuntamiento de la localidad pretende construir una marina, hoteles y apartamentos en la zona de Port Saplaya ocupada actualmente por el aparcamiento y la zona comercial, que se trasladará a un nuevo centro ubicado en la huerta de Vera, entre la autovía V-21 y la Patacona, donde ya son visibles las grúas y se está a punto de finalizar la urbanización de la primera línea de la playa. Una playa que, sin embargo, sigue conviviendo con los residuos acumulados en el agua embalsada de la desembocadura de la acequia de Vera.
(17 de Febrero de 2021)