La Iglesia detrás de la valla, fachada recayente a la Avenida de la Constitución, VALENCIA

Monasterio de San Miguel de los Reyes

En 1802 se erigió frente a la fachada de la iglesia una portería al borde del camino Real de Murviedro para recibir, según rezaba una lápida conmemorativa, la visita de Carlos IV y María Luisa de Parma. En 1811 los frailes abandonan el monasterio ante la inminente llegada de las tropas francesas, permaneciendo deshabitado hasta 1814. El edificio quedó algo deteriorado pues se conoce que la comunidad religiosa se vio obligada a hacer algunas reformas después de su regreso. En un acta capitular de 1814 se acuerda «se derribe el claustrillo viejo y demás obras contiguas a aquel por amenazar ruina».

La nueva iglesia fue comenzada en 1623 aprovechando la anterior construcción cisterciense, por el maestro cantero Pedro de Ambuesa. La iglesia es de planta de cruz latina con capillas entre contrafuertes con coro alto a los pies y una cúpula sobre el crucero. Está cubierta con bóveda de cañón realizada en cantería. En el interior emplea pilastras toscanas de orden gigante con fuste acanalado y el tercio inferior con una acanaladura diferente. En la intersección de la nave con el crucero se levanta, a modo de cimborrio, una cúpula sobre un alto tambor horadado por ventanas y cuya cubierta rematada con una linterna –cegada ya en el momento de abordar su construcción– se cubre con teja vidriada azul.

El monasterio de San Miguel de los Reyes (en valenciano, Sant Miquel dels Reis) se sitúa en la ciudad de Valencia (Comunidad Valenciana, España), en el barrio de Els Orriols. Fue fundado en el siglo XVI por Fernando de Aragón, duque de Calabria, sobre un antiguo monasterio de la Orden del Císter. Es una importantísima obra del Renacimiento valenciano que según algunos autores puede ser considerado como precedente del monasterio de El Escorial, siendo como este, monasterio jerónimo, foco cultural e iglesia conmemorativa de la memoria de su fundador. Después de su desamortización el edificio tuvo varios usos civiles, siendo durante muchos años una cárcel.

Se trata de un conjunto arquitectónico levantado según las nuevas directrices del Renacimiento y en el mismo participaron importantes arquitectos, maestros de obra y artistas de su tiempo.

Reseña histórica

Este monasterio es una obra excepcional del panorama artístico valenciano. Lo fue su proyecto, que introdujo indagaciones que se venían elaborando principalmente en el ámbito cortesano, y también la obra construida, que como sucede frecuentemente es un cúmulo de experiencias que se añaden y sustituyen. El resultado es fruto de la abadía de sant Bernat de Rascanya, fundada por fray Arnaldo Saranyó en 1381, de la traza inicial de 1546 y de la suma de otras parciales, que principalmente se adscriben a la época clasicista y fueron aportadas por maestros de ascendencia francesa, así como por monjes y legos.

La fundación del monasterio fue debida a la intención de doña Germana de Foix, esposa de don Fernando de Aragón, duque de Calabria, de ser enterrada, junto a su marido, en un monasterio jerónimo. El padre José de Sigüenza narra que con este propósito escogieron los Duques un lugar en las cercanías de Valencia, en el camino real de Murviedro, en el que existía un monasterio de la Orden del Císter que se encontraba en decadencia espiritual y material. De este primitivo monasterio solo se conservan restos arqueológicos.

Impedida su demolición por el Ayuntamiento previo informe de la Academia de San Carlos, fue destinado a asilo de indigentes y luego a cárcel de mujeres y presidio nacional, lo que motivó la construcción de las alas penitenciarias del patio norte, la galería carcelaria inserta, por demolición interior, en el ala oeste del claustro Sur, la compartimentación y colmatación de celdas en todo el inmueble resultante y las garitas en la muralla circundante. La nueva portería se destinó a cuerpo de guardia. En 1962 el edificio fue adquirido por el Ayuntamiento y la Diputación valencianos.

Durante las décadas de los 70/80 del siglo XX fue un colegio público, llamado Reina Doña Germana.

Entre 1997 y 2000 fueron realizadas las obras de rehabilitación del conjunto para su destino de sede de la Biblioteca Valenciana, integrando la representación arquitectónica de sus tres etapas más importantes: los restos arqueológicos del originario convento cisterciense, la configuración predominante del convento jerónimo y la complementación tipológica efectuada en su adaptación penal. Comprendieron asimismo delicadas actuaciones de restauración arquitectónica –restitución constructiva, espacial y morfológica-centradas, particularmente, en los cuerpos y elementos de edificación del antiguo convento jerónimo que habían sufrido mayor alteración: el claustro sur, sus dependencias circundantes, las torres originarias y los pabellones que cierran el frente oriental del monumento.
(2 de Julio de 2020)