La cumbre está coronada por tres cruces, TAVERNES DE LA VALLDIGNA

El Rey Jaume II dijo de este valle que era digno de un monasterio cisterciense y sus deseos fueron órdenes. Hoy el cenobio de Santa María es el corazón de la Valldigna, un hermoso valle erizado de pinos, umbrías y claros que mantiene el sabor de la Valencia auténtica. Un fin de semana en la Valldigna comienza inevitablemente por un largo paseo para divisar la magnitud de la masa forestal a escasos metros del mar.

La propuesta es la Montaña de Les Creus en Tavernes de la Valldigna. Es una caminata larga de unas tres horas pero merece la pena. La cumbre está coronada por tres cruces con las que los valleros se identifican plenamente. Imprescindible llevar comida para el almuerzo en les Fontetes de Cantus donde se puede beber agua fresca en el ecuador del camino. Coronar el monte tiene su recompensa porque permite admirar el paisaje desde el Cabo de la Nao, la albufera de Valencia y el Mondúver hacia el interior.

Para los amantes de la botánica, la propuesta está frente a les Creus. La montaña del Bolomor es una de las reservas de flora autóctona más completas y menos perjudicadas por alteraciones en su ecosistema.