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María Cristina Orantes

Jorge Nunes

Desde el paisaje huraño y desvelado
que acogió entre la niebla mi figura,
rescata mi memoria la más pura
imagen que guardara del amado.

Revivo silencios del pasado ... (ver texto completo)
Todo en mí avanza y se detiene
y todo por entero desciende en un relincho:
lo que no fui lo que no soy,
lo que me nubla y me desaparece, animal
que lame al animal de la doliente.

Las bodas de las flores se dan sobre el estigma.
El polen se desprende al comenzar la aurora
y en un solo momento la vida se redime
y entonces se retira.
La santa en penitencia grita
que pueda ser de fuerza su grandeza,
bailando
en este reino sin escrúpulos. Teresa
es soberana en su magnificencia y con su voz
de pájaro en su preñez avisa: 'Escribo
abierta, volando y con jacintos
de golpe me doy cuenta
que estoy viva.' Y de misterios tantos
se tiñó su lengua, su resplandor ... (ver texto completo)
María Baranda

En los pistilos

De luz te vi nacer donde la estirpe
de un sol de sangre entre las nubes
límpido alumbra la voz de las raíces.
Si entro en tu sueño me despierto,
amanecen las sombras por tu alcoba,
en tu nombre se enciende verde el mundo ... (ver texto completo)
Todo en mí avanza y se detiene
y todo por entero desciende en un relincho:
lo que no fui lo que no soy,
lo que me nubla y me desaparece, animal
que lame al animal de la doliente.

Las bodas de las flores se dan sobre el estigma.
El polen se desprende al comenzar la aurora
y en un solo momento la vida se redime
y entonces se retira.
María Baranda

En los pistilos

De luz te vi nacer donde la estirpe
de un sol de sangre entre las nubes
límpido alumbra la voz de las raíces.
Si entro en tu sueño me despierto,
amanecen las sombras por tu alcoba,
en tu nombre se enciende verde el mundo ... (ver texto completo)
bajo el rayo más fuerte de aquel sol,
luchamos, la luz a nuestro lado,
el tiempo en todas partes
y la milicia de los cielos
a la voz de la traición,
crímenes venidos de muy lejos,
vestidos con grebas de bronce
y coraza escamada,
llevaron la plaga,
a los atrios y almacenes, ... (ver texto completo)
aquí hace tiempo mirábamos un mundo,
quizá desesperado,
de leyes agotadas,
de héroes y de locos,
de vendedores y príncipes extintos,
un mundo donde el sol se aleja,
desciende el horizonte,
las piedras abren grietas
por donde pasa la muía
con su amo que se arrastra, ... (ver texto completo)
yeguas magníficas
eran cobalto
en los caminos bárbaros,
y un viejo sacristán
de pie en el muelle
decía de Dios y los insectos
a tres días de la muerte,
¡guerreros de hermosas manos
y cuerpos de árbol!, desnudos van
pero gloriosos, ... (ver texto completo)
bajo el rayo más fuerte de aquel sol,
luchamos, la luz a nuestro lado,
el tiempo en todas partes
y la milicia de los cielos
a la voz de la traición,
crímenes venidos de muy lejos,
vestidos con grebas de bronce
y coraza escamada,
llevaron la plaga,
a los atrios y almacenes, ... (ver texto completo)
mar arriba entre las nubes
se iba el canto del ejército,
y nadie,
en la visitación de los extraños,
sintió la paz que mata
mas no alcanza a disipar
los sueños ya de siempre,
blancas eran las caras consumidas,
blancas también las piedras de la fosa
que hizo cavar aquel Sargento, ... (ver texto completo)
yeguas magníficas
eran cobalto
en los caminos bárbaros,
y un viejo sacristán
de pie en el muelle
decía de Dios y los insectos
a tres días de la muerte,
¡guerreros de hermosas manos
y cuerpos de árbol!, desnudos van
pero gloriosos, ... (ver texto completo)
¡Señor, el mundo es tan ajeno!,
será, narraba aquella anciana, cuando se
guarde el sol
y de los montes bajen a un feudo de leyendas,
en paz con la mesura del enebro, lo harán
por la espiral del cielo, el corazón a punto
y la marea...

así fue el nacimiento
de todos los Espíritus, ... (ver texto completo)
mar arriba entre las nubes
se iba el canto del ejército,
y nadie,
en la visitación de los extraños,
sintió la paz que mata
mas no alcanza a disipar
los sueños ya de siempre,
blancas eran las caras consumidas,
blancas también las piedras de la fosa
que hizo cavar aquel Sargento, ... (ver texto completo)
el Padre en el abismo
que ruega por el sol y su blanca marejada,
el Padre en el principio que todo lo reclama,
el todopoderoso que guarda de noche
su ejército de dioses,
caballos de viva sangre eran su primer coro,
y la palabra pura

en el mundo
libre al aire y al mar; ... (ver texto completo)
¡Señor, el mundo es tan ajeno!,
será, narraba aquella anciana, cuando se
guarde el sol
y de los montes bajen a un feudo de leyendas,
en paz con la mesura del enebro, lo harán
por la espiral del cielo, el corazón a punto
y la marea...

así fue el nacimiento
de todos los Espíritus, ... (ver texto completo)
ángeles venidos de la Altura
cruzaban muchos círculos,
ofrendas de pimientos y frutas muy jugosas
eran puestas al paso de los templos, los ángeles
con las manos abiertas, decían el Bien decían
el Mal
hasta la hora en que una estrella
aparecía en el firmamento
y toda exclamación se disipaba,
... (ver texto completo)
el Padre en el abismo
que ruega por el sol y su blanca marejada,
el Padre en el principio que todo lo reclama,
el todopoderoso que guarda de noche
su ejército de dioses,
caballos de viva sangre eran su primer coro,
y la palabra pura

en el mundo
libre al aire y al mar; ... (ver texto completo)
María Baranda

Ángeles de proa

I

Hemos llegado
y no es del mar donde somos,
aquí hace tiempo estaba nuestra casa,
en el Oriente de los vientos; ... (ver texto completo)
ángeles venidos de la Altura
cruzaban muchos círculos,
ofrendas de pimientos y frutas muy jugosas
eran puestas al paso de los templos, los ángeles
con las manos abiertas, decían el Bien decían
el Mal
hasta la hora en que una estrella
aparecía en el firmamento
y toda exclamación se disipaba,
... (ver texto completo)
María Baranda

Ángeles de proa

I

Hemos llegado
y no es del mar donde somos,
aquí hace tiempo estaba nuestra casa,
en el Oriente de los vientos; ... (ver texto completo)
María Antonieta Le-quesne

Y todo pasará

Yo sé que hay signos que a mi vida marcan
un límite cercano...

¿La Muerte?
Pienso en ella como en la Primavera:
más ansias que cuidado... ... (ver texto completo)
María Antonieta Le-quesne

Alma que mueres de amor

Alma que mueres de amor,
dime lo que es despertar
en la alborada de Dios,
cuando se muere de amor.

Yo sé lo que es enfermar
y agonizar de pasión,
pero no he sabido amar
para morirme de amor.

Alma que mueres de amor,
dime lo que es enfermar
para morirme de amor...
¡Yo sólo sé agonizar!

Y, para hacerme morir,
sé que no habrá otro dolor:
¡en el curso del vivir
no he sentido otro mayor!

Y no me quiero morir
si no me muero de amor,
porque yo quiero vivir
la agonía del amor...

Alma que mueres de amor,
dime lo que es enfermar
para morirme de amor...
¡Yo sólo sé agonizar! ... (ver texto completo)
María Antonieta Le-quesne

Recodo azul

Hay caminitos tristes, retorcidos,
por donde vamos siempre
cabizbajos y solos...
donde hay recodos hondos como nidos,
donde hay nidos de sedas
y cabecitas de oro... ... (ver texto completo)