Nuestro bien y nuestro mal no existen más que en nuestra voluntad (Epicteto)
No son buenos los extremos aunque sea en la virtud (Santa Teresa de Jesús)
Está a salvo de cualquier peligro aquel que, aún estando seguro, se mantiene en guardia (Ciro el joven)
Solo juzga bien aquel que pesa y compara, y cuando su voz ha de pronunciar la sentencia mas dura, no abandona la caridad (William Wordsworth)