Los sentimientos deben analizarse y nunca obedecerse (Enrique Jardiel Poncela)
¡La pluma!, ese poderoso instrumento de los hombres insignificantes (Lord Byron)
El hombre más noble es digno, pero no orgulloso (Confucio)
La virtud del hombre no debe medirse por sus esfuerzos, sino por su conducta ordinaria (Blaise Pascal)