Juan Meléndez Valdés Batilo >
Los aradores
¡Oh! ¡qué bien ante mis ojos
por la ladera pendiente,
sobre la esteva encorvados
los aradores parecen!
¡Cómo la luciente reja
se imprime profundamente,
cuando en prolongados surcos
el tendido campo hienden!
Con lentitud fatigosa
los animales pacientes,
la dura cerviz alzada,
tiran del arado fuerte.
Los aradores
¡Oh! ¡qué bien ante mis ojos
por la ladera pendiente,
sobre la esteva encorvados
los aradores parecen!
¡Cómo la luciente reja
se imprime profundamente,
cuando en prolongados surcos
el tendido campo hienden!
Con lentitud fatigosa
los animales pacientes,
la dura cerviz alzada,
tiran del arado fuerte.
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