Bienaventurados los borrachos, porque ellos te verán dos veces, ¡guapo!
Ese fuego de tu piel y el calor de tu mirada me hacen sentir como el diablo en su morada.
Tu madre debe ser la madre naturaleza porque a tan bella flor no la pudo crear cualquiera.
Tres cosas tú me pediste, y tres cosas yo te daré: una chica cariñosa, amor eterno y un bebé.
Dios te hizo mujer; el cuerpo le salió bonito... y lo demás qué bien.