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PETRES (Valencia)

Fruta (Arandalos)
Foto enviada por Victoria Serna,

ESTOY PRESO EN LA REJA

Estoy preso en la reja,
de esta cárcel que oprime el corazón,
apenas ya sin vida ni ilusión,
porque estoy convencido,
que nada ha de llegar en esta vida,
tras tu ausencia, querida.
Porque tengo el amor desvanecido
soñando siempre herido. ... (ver texto completo)
MI AMOR TE SIGO AMANDO

Mi amor, te sigo amando,
saltándome el dolor y la distancia,
y aún siento tu cariño y la fragancia,
que tu cuerpo emanaba.
Las flores del jardín de tu alegría,
las tengo, vida mía,
en el viejo rincón donde guardaba,
todo aquello que amaba. ... (ver texto completo)
TE HE BUSCADO, MI AMOR

Te he buscado, mi amor,
debajo de la luz y la alegría,
removiendo el ayer y todavía,
no he podido encontrarte.
Porque estás de mis besos alejada,
cual lámpara apagada,
que ya no puede arder para alumbrarte,
porque está en otra parte.
Te he buscado, mi amor,
más allá de mi oscuro corredor. ... (ver texto completo)
MAS MADRIGALES
¿DONDE ESTAS CORAZON?

¿Dónde estás, corazón?,
que no siento siquiera tu mirada,
porque tengo ya el alma atravesada,
por dardo abrasador.
No me puedo mirar en tu hermosura,
porque ya no hay cordura,
tan solo en mi cariño está el dolor,
llorando por tu amor.
¿Dónde estás, corazón?,
que no puedo encontrarte en mi razón. ... (ver texto completo)
•A invierno lluvioso, verano abundoso. Porque la abundancia de lluvias en invierno origina abundantes frutos.
•A invierno lluvioso, verano caluroso. Afirma que los inviernos en los que llueve abundantemente son seguidos de veranos con altas temperaturas
Todas las criaturas se sienten o pueden sentirse satisfechas de sí mismos, excepto el hombre; lo que demuestra que su existencia no esta limitada a este mundo como la del resto de las cosas. Leopardi
•A invierno lluvioso, verano abundoso. Porque la abundancia de lluvias en invierno origina abundantes frutos.
Todas las criaturas se sienten o pueden sentirse satisfechas de sí mismos, excepto el hombre; lo que demuestra que su existencia no esta limitada a este mundo como la del resto de las cosas. Leopardi
Fernando Pessoa

Hay dolencias peores que las dolencias

Hay dolencias peores que las dolencias,
hay dolores que no duelen, ni en el alma
pero que son dolorosos más que los otros.
Hay angustias soñadas más reales
que las que la vida nos trae, hay sensaciones
sentidas sólo con imaginarlas
que son más nuestras que la misma vida.
Hay tantas cosas que, sin existir,
existen, existen demoradamente,
y demoradamente son nuestras y nosotros...
Por sobre el verde turbio del ancho río
los circunflejos blancos de las gaviotas...
Por sobre el alma el aleteo inútil
de lo que no fue, ni puede ser, y es todo.

Dame más vino, porque la vida es nada. ... (ver texto completo)
Cada vez que me miras con esos ojos que tienes, el cielo se me derrumba al saber que no me quieres.
Como amigo te quise, como amigo te admiré y con el paso del tiempo yo de ti me enamoré.
Cada vez que me miras con esos ojos que tienes, el cielo se me derrumba al saber que no me quieres.
Jaime Torres Bodet >

Hasta qué parte de mí mismo

Hasta qué parte de mí mismo
tendré que ir para encontrar
el secreto de tu belleza
y la verdad de tu bondad?
¿Qué fuerza oscura y tumultuosa
tendrá que vencer nuestro amor, ... (ver texto completo)
•Ni al niño el bollo, ni al santo el voto. Viene a decir que lo prometido es deuda y recomienda no faltar a la palabra dada.
•Ni amigo reconciliado, ni asado recalentado. = Amigo reconciliado, enemigo doblado.
•Ni al jugador que jugar, ni al gastador que gastar, ni al avaro que guardar. = Ni al gastador que gastar, ni al endurador que endurar.
•Ni al niño el bollo, ni al santo el voto. Viene a decir que lo prometido es deuda y recomienda no faltar a la palabra dada.
•Ni al gastador que gastar, ni al endurador que endurar. Afirma que las personas acaban actuando tal cual les dicta su naturaleza.
•Ni al jugador que jugar, ni al gastador que gastar, ni al avaro que guardar. = Ni al gastador que gastar, ni al endurador que endurar.
•Ni abril sin flores, ni juventud sin amores.
•Ni al gastador que gastar, ni al endurador que endurar. Afirma que las personas acaban actuando tal cual les dicta su naturaleza.