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PETRES (Valencia)

¡Cuánto color!
Foto enviada por Victoria Serna,

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Cuando la carne aúlla
o se desangra
el hombre resplandece en su verdad
de sed
de lumbre y brama
Entre la carne altiva
y sus jirones
un cielo sumergido todavía
sin playas.
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La carne
sólo piensa cuando el pulso vacila
y en su lugar se instalan
los enigmas.
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Cuando la carne aúlla
o se desangra
el hombre resplandece en su verdad
de sed
de lumbre y brama
Desde
el alba del hueso
la carne
es un latido anterior a sí misma.
3

La carne
sólo piensa cuando el pulso vacila
y en su lugar se instalan
los enigmas.
El cuerpo.

Sólo somos
su huésped transitorio.

Su más desheredado habitante
mortal.
Desde
el alba del hueso
la carne
es un latido anterior a sí misma.
Ana Emilia Lahitte

El cuerpo

A Jorge García Sabal y Alfredo Veiravé

Asumo
en huesos frágiles
el esplendor del ser y su destierro
mi médula salvaje ... (ver texto completo)
El cuerpo.

Sólo somos
su huésped transitorio.

Su más desheredado habitante
mortal.
Ana Emilia Lahitte

El cuerpo

A Jorge García Sabal y Alfredo Veiravé

Asumo
en huesos frágiles
el esplendor del ser y su destierro
mi médula salvaje
mi ambigüedad
tajeada por las uñas de Dios. ... (ver texto completo)
Amalia Iglesias Serna

Certidumbre de la ausencia

Regreso al mismo café.
Las horas lentas que pasaron en vano
atraviesan conmigo la puerta giratoria.
Y al fondo, entre las mesas,
una sonrisa tuya me mira como entonces.
... (ver texto completo)
El poder es el afrodisiaco más fuerte (Henry Kissinger)
La hipocresía y la culpa son hermanas gemelas
Sólo podrás conocer la fuerza de un viento tratando de caminar contra él, no dejándotre llevar
No seas tan humilde, no eres tan grande (Anónimo)
Un tonto sabio es más tonto que un tonto ignorante (Molière)
La constancia es la virtud por la que todas las demás dan su fruto.

El autor es Arturo Graf
No seas tan humilde, no eres tan grande (Anónimo)
La constancia es la virtud por la que todas las demás dan su fruto.

El autor es Arturo Graf
Quiero vestirme.

El fuego. No tengo más que el fuego:
Soy la desnuda, la que no tiene encantos.

Quiero vestirme.

Quemo mis vestidos.
Mil cabellos están vencidos también por el calor,
mis pestañas, mis ojos; ... (ver texto completo)
Quiero vestirme.
No hay animal con el que pueda compararme,
desnuda estoy como el ganso o el lirio,
no hay planta con la que pueda compararme,
quemada estoy, quemándome,
impaciente,
interminablemente.

¡Que me ayuden los asnos!
¡Que acudan a mi ayuda
los cerdos o las garzas,
los ruiseñores o las cañas de azúcar!
¡Nada puede ayudarme!
¡Vencida estoy por ti,
por ti fui por mí abandonada! ... (ver texto completo)
El fuego otra vez,
¿No lo ven?
¡No lo ven! Es el fuego.
Les parezco una mujer sentada.

Quiero vestirme.
La ropa interior que yo traía puesta, abrió sus tejidos,
los venció el calor,
la blusa abrió sus tejidos,
vencida también, ... (ver texto completo)
Quiero vestirme.

El fuego. No tengo más que el fuego:
Soy la desnuda, la que no tiene encantos.

Quiero vestirme.

Quemo mis vestidos.
Mil cabellos están vencidos también por el calor,
mis pestañas, mis ojos;
mi saliva, un día intacta,
también te espera rendida, vencida, humillada,
doblada, hincada,
herida como el vapor,
como el vapor aislada,
ahogada en tu espera. ... (ver texto completo)