Para Adelia Barber
Partiste el 9 de Octubre, sentí una tristeza enorme, no podía creerlo.
Nos conocimos en el año 1966 cuando fuíste reina de fiestas y mi prima María y yo fuimos unas de tus damas de honor, forjamos una buena amistad, te apreciábamos mucho.
Recuerdo con nostalgia cuando íbamos a pasear al ensanche, al río y al Molí Proper, éramos felices disfrutando del magnífico paisaje de nuestro querido Ayelo.
No podías estar sin ir a las fiestas, la procesión del Cristo la veíamos desde la puerta de tu casa con ilusión, día magnífico y entrañable, que siempre estará en mis recuerdos.
No podíamos faltar a la misa del cementerio, de buena mañana ibas a coger sitio, nos poníamos siempre en el mismo lugar y al terminar paseábamos por el ensanche antes de marchar a casa.
Qué grandes las fiestas! y más cuando las disfrutas con las personas que quieres.
Hoy estoy triste y lloro, las lágrimas son un bálsamo para mi mente y mi corazón, cierro los ojos y sonrío al recordar los momentos buenos que tuviste, viviendo como quisiste, con la naturalidad y sencillez que te hacían ser especial.
Seguirás siempre viva en mis recuerdos y en mi corazón.
Te imagino allí donde estés hablando con todos/as como solías hacer.
Sé feliz donde te encuentres.
Partiste el 9 de Octubre, sentí una tristeza enorme, no podía creerlo.
Nos conocimos en el año 1966 cuando fuíste reina de fiestas y mi prima María y yo fuimos unas de tus damas de honor, forjamos una buena amistad, te apreciábamos mucho.
Recuerdo con nostalgia cuando íbamos a pasear al ensanche, al río y al Molí Proper, éramos felices disfrutando del magnífico paisaje de nuestro querido Ayelo.
No podías estar sin ir a las fiestas, la procesión del Cristo la veíamos desde la puerta de tu casa con ilusión, día magnífico y entrañable, que siempre estará en mis recuerdos.
No podíamos faltar a la misa del cementerio, de buena mañana ibas a coger sitio, nos poníamos siempre en el mismo lugar y al terminar paseábamos por el ensanche antes de marchar a casa.
Qué grandes las fiestas! y más cuando las disfrutas con las personas que quieres.
Hoy estoy triste y lloro, las lágrimas son un bálsamo para mi mente y mi corazón, cierro los ojos y sonrío al recordar los momentos buenos que tuviste, viviendo como quisiste, con la naturalidad y sencillez que te hacían ser especial.
Seguirás siempre viva en mis recuerdos y en mi corazón.
Te imagino allí donde estés hablando con todos/as como solías hacer.
Sé feliz donde te encuentres.