Yo no hablo del principio y del fin. Jamás hubo otro principio que el de ahora, ni más juventud o vejez que las de ahora, Y nunca habrá otra perfección que la de ahora, ni más cielo o infierno que éstos de ahora.
No pregunto quién eres, eso carece de importancia para mí. No puedes hacer ni ser más que aquello que yo te inculco.
No pregunto quién eres, eso carece de importancia para mí. No puedes hacer ni ser más que aquello que yo te inculco.