Algunos dicen que el trabajo duro nunca ha matado a nadie, pero yo me digo: ¿por qué arriesgarse?.
El matrimonio es como las libretas de ahorro: de tanto meter y sacar se pierde el interés.
No deja de ser humillante para una persona de ingenio saber que no hay tonto que no le pueda enseñar algo.
El matrimonio es como las libretas de ahorro: de tanto meter y sacar se pierde el interés.
No deja de ser humillante para una persona de ingenio saber que no hay tonto que no le pueda enseñar algo.