Flores de boda, OROPESA DEL MAR

El ruiseñor y la golondrina
Invitó la golondrina a un ruiseñor a construir su nido como lo hacía ella, bajo el techo de las casas de los hombres, y a vivir con ellos como ya lo hacía ella. Pero el ruiseñor repuso:

-- No quiero revivir el recuerdo de mis antiguos males, y por eso prefiero alojarme en lugares apartados.

Los bienes y los males recibidos, siempre quedan atados a las circunstancias que los rodearon.
No hay merecimiento donde no hay voluntad.

Autor: P. Calderón de la Barca
Las palabras se las lleva el viento, los recuerdos, el movimiento...
El respeto al derecho ajeno es la paz.
El gato a la pistola?

¿Cómo esta tu gatillo?