Rosquillas de San Isidro, OROPESA DEL MAR

Les deseo a los madrileños un feliz día de fiesta, algunos habrán hecho puente y estarán por Oropesa.
Características

Todas se componen de la misma base, diferenciándose unas de otras simplemente en su acabado final. Las rosquillas tontas no llevan ningún acabado, no van bañadas, de ahí su nombre indicando la simpleza de su masa. Las listas van bañadas con un azúcar fondant (elaborado con un sirope de azúcar, zumo de limón y huevo batido) del color que se les quiera dar, es habitual el amarillo. Las de Santa Clara están recubiertas con un merengue seco, originalmente blanco. Finalmente, las francesas...
Las rosquillas de la Tía Javiera junto con otras como las denominadas tontas y listas, así como las de Santa Clara eran muy populares en la celebración de las fiestas de San Isidro. Este tipo de rosquillas se solía acompañar de vino blanco de Arganda.
Historia de las rosquillas de San Isidro:

En algunas épocas en las celebraciones de San Isidro existía una vendedora llamada «Tía Javiera» que procedía de Villarejo de Salvanés afamada por sus rosquillas. Tal era la fama que pronto los tenderetes vendían sus rosquillas afirmando ser familiares de la Tia Javiera. Esto hizo que se creara un sainete antiguo que rezaba:

Pronto no habrá, ¡Cachipé! en Madrid duque ni hortera
que con la tía Javiera emparentado no esté.
Te las COMEMOS, SORPRESA