A lo largo del mes la luz solar aumenta una hora y cuarto. Con tiempo despejado apacible y soleado suben las temperaturas y van apareciendo las primeras aves emigrantes, florecen los
campos, vuelan les
insectos y surgen los reptiles; es así como la subida térmica desencadena un ritmo ascendente de la savia y de la sangre. No en balde dice el proverbio que “luz y calor son el tesoro del labrador”.