Muy importantes serán las labores árabes de la loza dorada y la cuerda seca, que tanta influencia tendrán en la Península Ibérica: núcleos alfareros como Paterna-Manises y
Málaga-
Sevilla-
Granada se dedicarán a la manufactura de piezas de
reflejo dorado con inscripciones nesjíes, al tiempo que cubrirán espacios arquitectónicos con las cintas y alíceres moriscos. La confluencia de la corriente árabe con la
tradición talaverana y las influencias llegadas de
Italia —recordemos cómo la venida a Sevilla
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