Tres viejitas medio sordas están conversando. Una de ellas dice gesticulando con las manos:
-Cuando era
joven, plátanos de este tamaño costaban tres centavos la docena.
La otra dice, también señalando el tamaño con las manos:
-Y la yuca, así de grande, era de dos centavos la libra.
La tercera viejita dice con una sonrisa dulce:
-
Amigas, cuando el amor es auténtico, no importa el tamaño...