"Con frecuencia, al caminar por las ciudades, he observado que el turista se parece a un adicto a la
caza menor. Avanza entre los prodigios como un merodeador fatigado, vigilando algo, alza la cámara como si apuntara un fusil y tras el disparo vuelve a colgársela del hombro con el desinterés y el alivio de quien ha cobrado una pieza no demasiado relevante."
Antonio Muñoz Molina.