DESDE EL ROMPEOLAS
Miro a Torrevieja erguido
entre sueños marineros,
el mar nunca esta perdido
mientras haya aventureros.
Desde el rompeolas gigante
contemplo el Mediterráneo,
viendo el paseo arrogante
con su mundo subterráneo.
Las olas chocan con fuerza
sin que existan temporales,
pienso como el mar se esfuerza
con suspiros naturales.
Entre barcos y marinos
Torrevieja da pasiones,
tiene tan bellos destinos
que rezuma de emociones.
Camino por el rompeolas
con culturas diferentes,
al lado tengo las olas
que siempre viven presentes.
El Faro vive esperando
la llegada de la noche,
su luz parece brillando
un vendaval de derroche.
El rompeolas me emociona
cuando termina la tarde,
y el sentimiento razona
al ver que hasta el cielo arde.
El Mediterráneo altivo
regala claros y sombra,
Torrevieja es un motivo
que muchas veces te asombra.
Las luces marcan caminos
sobre el brillo de las olas,
con sonidos tan divinos
que le dan fama al rompeolas
G X Cantalapiedra.
Miro a Torrevieja erguido
entre sueños marineros,
el mar nunca esta perdido
mientras haya aventureros.
Desde el rompeolas gigante
contemplo el Mediterráneo,
viendo el paseo arrogante
con su mundo subterráneo.
Las olas chocan con fuerza
sin que existan temporales,
pienso como el mar se esfuerza
con suspiros naturales.
Entre barcos y marinos
Torrevieja da pasiones,
tiene tan bellos destinos
que rezuma de emociones.
Camino por el rompeolas
con culturas diferentes,
al lado tengo las olas
que siempre viven presentes.
El Faro vive esperando
la llegada de la noche,
su luz parece brillando
un vendaval de derroche.
El rompeolas me emociona
cuando termina la tarde,
y el sentimiento razona
al ver que hasta el cielo arde.
El Mediterráneo altivo
regala claros y sombra,
Torrevieja es un motivo
que muchas veces te asombra.
Las luces marcan caminos
sobre el brillo de las olas,
con sonidos tan divinos
que le dan fama al rompeolas
G X Cantalapiedra.
