Todas las personas sienten,
en algún punto, un llamado a detenerse, a escucharse y volver a sí mismas.
A veces lo llamamos "CANSANCIO", pero en realidad es el alma pidiendo espacio.
Lo que no está destinado a suceder, NO SUCEDERÁ, por más que lo intentes.
Lo que está destinado a suceder, SUCEDERÁ, por más que trates de evitarlo.