CUÉNTAME CÓMO PASÓ:
El despilfarro de dinero público en construcciones costosas de la más variada temática: rascacielos a pie de
playa, rotondas inimaginables, proyectos especulativos de antaño corruptos…
Hablemos de las
torres a construir en la zona colindante al
parque Doña Sinforosa, junto a la playa del Acequión en
Torrevieja, sin entrar en cuestiones técnicas de farragosa resolución, como si el proyecto se ajusta o no a la normativa, quisiera hacer una reflexión sobre si este es el
camino a seguir urbanísticamente en Torrevieja.
Afortunadamente, en la actualidad, está paralizado por la justicia competente.
Está claro que a lo largo del tiempo Torrevieja ha carecido de una idea clara del modelo de ciudad, dibujando con el paso de los años una ciudad que en algunos aspectos podría calificarse como caótica.
Las señas de identidad de Torrevieja han quedado sepultadas bajo el peso del cemento y el pelotazo. Un PGOU que ha sido como papel mojado ante la avalancha de cambios puntuales y modificaciones caídas del
cielo que beneficiaban de entrada el ladrillo, las promotoras y poco más.
El modelo de ciudad que propone el gobierno actual con la defensa de este proyecto en la playa de Los Náufragos es el de los años setenta. Estamos en el siglo XXI: necesitamos normativas y proyectos del siglo XXI.
Es necesario preguntarse qué significará para un litoral ya de por sí masificado, cómo afectará tal volumen de construcción al
paisaje urbano, qué repercusión tendrá sobre el tráfico en una zona con un tráfico estival ya congestionado y que generará importantes embotellamientos si se llevara a cabo tal desaguisado.
Hay cuestiones en que los intereses partidistas de unos y de otros deben dejar paso al trabajo conjunto y coordinado de todos.
¡Torrevieja y su ciudadanía por encima de todo!
La Torrevieja que deseamos, la del siglo XXI, la tenemos que desarrollar con las experiencias del siglo XX. De lo contrario, significará que, en cuestión de urbanismo, no hemos aprendido nada.