PINOS DE SANTA POLA
Voy caminando entre pinos
por tierras de Santa Pola,
vivo momentos divinos
viendo a Tabarca tan sola.
Estas tierras de pinares
que el viento mueve con prisa,
son de los bellos lugares
que regalan sal con brisa.
Pinos siempre retorcidos
cerca del Mediterráneo,
nunca será el pino erguido
que aquí se llama foráneo.
Pinos siempre cabizbajos
entre brisas marineras,
a veces te dan atajos
en sus bonitas laderas.
Adornando algunas calas
hacen más corto el camino,
y pienso en algunas talas
que son puro desatino.
Visito el Faro entre pinos
con olores de resina,
voy recorriendo caminos
por esa bella colina.
Pinos que crecen torcidos
entre brisas salineras,
aunque parezcan vencidos
tienen duras sus maderas.
Ramas que apuntan al suelo
sin despegar en altura,
pinos que te dan consuelo
y que saben de dulzura.
Santa Pola de pinares
entre brisas salineras,
es paisaje con cantares
de sus gentes marineras.
G X Cantalapiedra.
Voy caminando entre pinos
por tierras de Santa Pola,
vivo momentos divinos
viendo a Tabarca tan sola.
Estas tierras de pinares
que el viento mueve con prisa,
son de los bellos lugares
que regalan sal con brisa.
Pinos siempre retorcidos
cerca del Mediterráneo,
nunca será el pino erguido
que aquí se llama foráneo.
Pinos siempre cabizbajos
entre brisas marineras,
a veces te dan atajos
en sus bonitas laderas.
Adornando algunas calas
hacen más corto el camino,
y pienso en algunas talas
que son puro desatino.
Visito el Faro entre pinos
con olores de resina,
voy recorriendo caminos
por esa bella colina.
Pinos que crecen torcidos
entre brisas salineras,
aunque parezcan vencidos
tienen duras sus maderas.
Ramas que apuntan al suelo
sin despegar en altura,
pinos que te dan consuelo
y que saben de dulzura.
Santa Pola de pinares
entre brisas salineras,
es paisaje con cantares
de sus gentes marineras.
G X Cantalapiedra.