A mediados del XIX se habilitó la rada como
puerto, y se estableció en ella la aduana de
Alicante. A partir de 1860, la actividad del puerto lo sitúa en la media de los
puertos provinciales, exportándose el vino como primera mercancía. Hay un gran desarrollo de la navegación de cabotaje con destino o procedente de América y de los
barcos militares de pequeño tonelaje.