El
puerto, que volvió a cobrar importancia, se protegió en 1337 con una
torre que en 1379 ya estaba comandada por un alcaide, mientras que a su alrededor había un corticho (sic) de pescadores, según el Llibre de Concells de Elche. Aparecieron también unos almacenes que ya aparecen citados a mediados del siglo XV, y documentos algo posteriores hablan ya de
tiendas, un
horno de
pan y de obras para una
iglesia.