El municipio disfruta de un clima de tipo mediterráneo, pero difiere un poco del de la costa, con
inviernos más frescos y
veranos más suaves y agradables. Por su relieve accidentado se extienden, en las zonas altas, los
pinos y el
monte bajo, mientras que en las laderas con
terrazas y en el
valle, se cultivan cítricos,
olivos, algarrobos y
almendros que, en
primavera, ponen una nota de
color al
paisaje.