EL CAMPELLO DE ALICANTE
Brisas del Mediterráneo
vienen corriendo deprisa,
nada me parece extraño
cuando vivo una sonrisa.
El Campello de testigo
en un mundo marinero,
donde se aprecia el amigo
sin sentirte aventurero.
Palmeras llenas de vida
temiendo siempre el desierto,
es esa ruta elegida
donde alegre corre el viento.
Distancias de mar abierto
hacen brillar su destino,
caminos que dan aliento
hacen soñar su buen signo.
Playas que dejan sus huellas
entre brisas levantinas,
donde se ven las estrellas
que nos parecen divinas.
Pasiones llenas de sueños
en su horizonte cercano,
con los ambientes risueños
de un buen sentido cristiano.
El Campello marca brisas
de su mar Mediterráneo,
y en el paisaje divisas
otro mundo subterráneo.
Entre sombras del pasado
El Campello va creciendo,
es un lugar añorado
que te ofrece sentimiento.
Ríos secos de El Campello
con sus colores rojizos,
a veces parece bello
el ver los cielos plomizos.
G X Cantalapiedra.
Brisas del Mediterráneo
vienen corriendo deprisa,
nada me parece extraño
cuando vivo una sonrisa.
El Campello de testigo
en un mundo marinero,
donde se aprecia el amigo
sin sentirte aventurero.
Palmeras llenas de vida
temiendo siempre el desierto,
es esa ruta elegida
donde alegre corre el viento.
Distancias de mar abierto
hacen brillar su destino,
caminos que dan aliento
hacen soñar su buen signo.
Playas que dejan sus huellas
entre brisas levantinas,
donde se ven las estrellas
que nos parecen divinas.
Pasiones llenas de sueños
en su horizonte cercano,
con los ambientes risueños
de un buen sentido cristiano.
El Campello marca brisas
de su mar Mediterráneo,
y en el paisaje divisas
otro mundo subterráneo.
Entre sombras del pasado
El Campello va creciendo,
es un lugar añorado
que te ofrece sentimiento.
Ríos secos de El Campello
con sus colores rojizos,
a veces parece bello
el ver los cielos plomizos.
G X Cantalapiedra.