Concretamente,
Alicante se integró dentro del reino mudéjar de
Murcia que se constituía como protectorado de la Corona de Castilla mediante vasallaje y según lo acordado con Jaime I en Almizra. El reino de Murcia fue una jurisdicción territorial de la corona de Castilla desde su reconquista en el siglo XIII hasta la división provincial de 1833, acometida por Javier de
Burgos. Se extendía aproximadamente por el territorio de la actual Región de Murcia, la parte sureste de la actual provincia de
Albacete, Villena y Sax en Alicante y por algunas localidades de la actual provincia de
Jaén.