El
edificio es de planta básicamente rectangular, aunque para absorber la irregularidad de la manzana se proyecta una rotonda en la
esquina suroeste y un quiebro en la
calle del Capitán Segarra, aprovechado para situar estratégicamente uno de los accesos. La rotonda se enfatiza como un volumen distinto al principal y tiene cubierta semiesférica. La
fachada más emblemática es la que recae sobre la avenida de Alfonso el Sabio, realizándose el acceso en esta a través de una gran escalinata. La fachada trasera recae a la
plaza 25 de Mayo.