Puente de Sant Jordi. Este puente, construido entre 1925 y 1931, fue de gran importancia para la expansión urbana de la ciudad, ya que permitía conectar la ciudad central con el ensanche proyectado en l’Horta Major, al otro lado del
río Riquer. Es de estilo art déco, diseñado por el arquitecto Víctor Eusa y los ingenieros Carmelo Monzón Reparaz y Vicente Redón, utilizando para su construcción el innovador cemento armado encofrado. Tiene una longitud de 156 metros y una altura máxima de 42 metros. La parte central formada por tres
bóvedas parabólicas.