Calles estrechas y empinadas; farolas que nos recuerdan otra época; asfalto adoquinado;
casas de
piedra;
balcones repletos de
flores...;
Agres lo tiene todo para ser un lugar de ensueño. Parece un lugar abandonado, de ensueño, más típico de novelas o películas que de nuestra provicnia... Pero no lo es. Es Agres, un paraiso invernal.