Compramos energía a futuro

CORDOVIN: Mi padre contaba de él que era un bestia trabajando....

Mi padre contaba de él que era un bestia trabajando.
De joven se ganaba la vida haciendo jornales. En una ocasión estaba para empezar a cavar viña en el Cerrado con otros trabajadores de Alesanco; alardeando de fuerza, dice que va a probar la labor que hay, lanzando un moriscazo en la senda, clavando la azada hasta el ojo y dejando a los de Alesanco boquiabiertos.
En otra ocasión se fue a segar a la Rioja Baja. El señor que lo había contratado aquella misma tarde, va a la taberna y se encuentra a Timoteo venga beber y con un cachondeo tremendo. El señor, apesadumbrado, se va para casa y le cuenta a su mujer el penoso contrato que había hecho.
Como el tajo estaba acordado, el señor se acercó a media mañana para comprobar el trabajo del cordovinacho; cuando llegó se quedó sin palabras, ¡había realizado tres veces lo previsto! Se volvió ràpido a casa llamando a su mujer: ¡Pepa, Pepa,
prepara buen rancho y vino abundante, hemos contratado una máquina!.