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Mejores mensajes de CORDOVIN:
Seguro Pepe que ese rizoso pelo tuyo proviene de Andresa ja ja.
Qué cara mas nítida parece de porcelana.
Felicidades vecina. Que sigas disfrutando todo lo que puedas y en tan buena compañía. Un abrazo.
Cristina cuesta mucho sacarte unas palabras..., comenta con Milagros que ha buen seguro conoce a Cándido y a Andresa y recuerda aquellos tiempos de su etapa de panaderos en Cordovín, anímale a relatar algo y haz de portavoz. Un saludo.
Insito si Cándido estaba a punto de cumplir 40 años los de ahora tenemos muchas mas arrugas está claro... si esta foto es de su boda (se casó con 39 añitos) ¿no es un poco extraño tan mayor Pepe?, yo tenía entendido que se casaban más jóvenes.
A mi madre le cayeron el 19-01-2014 ochenta y tres frios inviernos, le transmitiré vuestras felicitaciones y esperemos disfrutar de su compañia en estas comidas bodegueras tan alegres.
Más vale tarde que nunca. Felicidades y que disfrutes los muchos que te quedan.
Felicidades para Valvanera.
Que pueda repetir esta bonita estampa durante muchos años.
Muchas felicidades Valvanera que cumplas muchos mas así de bien acompañada
Felicidades vecina. Que sigas disfrutando todo lo que puedas y en tan buena compañía. Un abrazo.
Lo dicho esta gente tan guapa no tenía ni una arruga... ¿Andresa? tú dirás Pepe.
¿Qué era la foto del cuadro de la boda?
O antes los fotógrafos eran muy especiales al realizar estas fotos o la gente era más guapa, porque salen impresionantes...
Yo no lo identifico pero por lo que decis es ""Cándido Tobías""
Pepe buenos genes.
En la pobre economía de subsistencia de los años cincuenta y sesenta,
el COCHINO era un trofeo para los ahuecados estómagos y las desamparadas
DISPENSAS de aquella época.
En los fríos Enero y Febrero, preferidos para el MATADO, los chillidos de
los sacrificados disputaban la madrugada al canto de los gallos.
Recuerdo la víspera de la matanza como un día de inquietud; acercándome
a la pocilga para contemplar, apenado, al pobre cerdo que tenía las horas
contadas. Mi desasosiego no terminaba ... (ver texto completo)
La verdad es que leyendo todo lo que habeis escrito sobre la matanza y el chumarro.... me dan unas ganas tremendas de comer rabo y pellejos ahora mismo por no esperar.
Yo la matanza también la vivía como una fiesta de reunión familiar y mucho trajín por casa, los chillidos agudos del cochino me daban pavor, imagino que como a cualquier chiquillo, las morcillas culares... uh que buenas, lo del ""maridonoveas"" era muy popular y generaba mucha intriga.
Lo de picar la carne con la picadora y embutir ... (ver texto completo)
Pero todo este ritual de la matanza del cerdo siempre estaba sobrevolado por una terrible amenaza: LA TRIQUINA.
Una vez chumarrado el animal no faltaba el intrépido que se atrevía a degustar con gran ansiedad un poco de pellejo o un poco de rabo y siempre se oía lo mismo; ¡A ver si va tener triquina...
Había que esperar el resultado del analisis veterinario para poder descartar la temible enfermedad que podia dar al traste con las ilusiones puestas en el cerdo durante todo un año.
Luego aparecian ... (ver texto completo)
Excelente relato Nacho. De esa misma manera lo recuerdo y también rcuerdo que siempre habia alguien que fabricaba alguna zambomba con la bochincha.
En todas las familias había un matachin especializado en el arte de matar y despiezar al cochino. El oficio no pasaba necesariamente de padres a hijos sino que pasaba al integrante del grupo familiar que más dotes de matachín mostraba porque para eso no valia cualquiera.
Se han dado casos de matachines avezados en los que el cerdo a salido corriendo despues de darlo por muerto...
También habia que tener mucho cuidado al despiezar el animal siempre había alguien que decía: ¡Ten cuidado con la hiel ... (ver texto completo)
Pero a tu padre te pareces muchísimo más.
Te diré una cosa, yo creía que no era tu padre porque en la foto de la herreria en la que aparece ayudando a herrar un caballo tiene unos rasgos mucho mas rudos y el pelo más liso y lacio, pero como bien dice Nacho en esta foto... hasta la chaqueta.
Pepito Pepito, a tu madre te pareces mucho...