CAÑAS: Hola, no sé que Jesús eres. pero muchas gracias.

Mi más sentido pésame a los familiares de Cipri, en especial a sus hermanos Isaac, Miguel, Felisa y Ester.
Desde pequeño, como vecino, recuerdo su devoción a la Virgen, por eso esta poesía va para tí, Cipri:
Virgen hermosa, Madre querida, tuya es mi vida, vela por mí.
Y cuando logre, dejar este suelo, llévame al cielo, cerca de Tí. Un abrazo.

Hola, no sé que Jesús eres. pero muchas gracias.