Villa emplazada en el corazón de la Cuenca del Mula, comarca central de la Región de Murcia que destaca por la gran diversidad de sus paisajes: fértiles huertas junto al rio que se tornan en espectaculares parajes kársticos, mientras las soberbias montañas de Espuña, Ricote y Cambrón cierran todo el territorio.

Puebla se ubica a unos escasos 5 kilómetros de la capital comarcal, Mula; otras localidades de la zona son Pliego, Albudeite, Campos del Rio, Yéchar, Casas Nuevas, El Niño y Baños de Mula. La principal via de comunicación entre ellas es la Autovía del Noroeste, eje que enlaza la ciudad de Murcia con Mula y Caravaca, vertebrando a su paso todas las carreteras de la Cuenca.

Pertenece al municipio de Mula.

- CASTILLO DE ALCALA: fortaleza musulmana encumbrada en el cerro bajo el que se asienta la población; se conservan restos de torreones, lienzos de muralla y aljibes rectangulares.

- IGLESIA DE SAN JUAN BAUTISTA: templo barroco erigido en el siglo XVIII, con planta de cruz latina y capillas laterales; el ladrillo recubre totalmente su fachada, mientras que en la airosa torre se combina con mampostería y estuco murciano.

- ERMITA VIEJA: antiguo torreón defensivo que durante algún tiempo se usó como iglesia; presenta bóveda de medio punto y gruesos muros con aspilleras, realizados con sillares de piedra extraída del cercano yacimiento romano de La Almagra.

Fiestas en honor de N. Sra. del Rosario, a principios de Octubre.

Todos los 25 de abril, festividad de San Marcos, se celebra la tradicional "mona" en las laderas del castillo.

Los primeros pobladores del lugar corresponden al Neolítico, como así lo atestiguan los hallazgos encontrados en el cerro del castillo; este estratégico lugar, desde el que se domina toda la Cuenca, sería también el elegido por los musulmanes para levantar siglos después la fortaleza.

Pero no sería hasta 1295 cuando, al llegar a la zona Alfonso X el Sabio para reconquistar la ciudad de Mula, el lugar adquiera un papel definitivamente relevante. El infante se hizo con el castillo almohade y lo transformó en prisión de musulmanes, fundando a sus pies la villa de Puebla; las huertas del lugar eran labradas por los infieles durante el día, siendo encerrados en el recinto amurallado por las noches. El nucleo medieval se extendía por lo que hoy son las calles de la Iglesia y de Palacios, formando ambas una encrucijada. El resto del trazado antiguo corresponde a la expansión del siglo XVIII, época en la que se construye la iglesia de San Juan y se abre la plaza que lleva su nombre.

Puebla de Mula se muestra al viajero como un lugar aún tranquilo y fiel a las costumbres, palpándose en sus calles el modo de vida tradicional de esta comarca. Asentada al borde mismo del rio, cerca de su confluencia con el Pliego y envuelta en apacibles huertas, bajo la sombra permanente de su castillo presume de un bonito entorno y un cuidado caserío.

Otra buena razón para acudir a Puebla es su rica y variada gastronomía. Un plato indispensable es la típica "talvina": torta blanda de harina de trigo cocida en sartén, a la que se incorporan pimientos secos y ajos tiernos; luego se adorna con tocino asado y morcilla o longaliza, sirviéndose caliente en cazuela de barro.

Numerosas rutas y excursiones también pueden realizarse en la zona, siguiendo la vega del Mula o por las abruptas montañas del entorno. Especial interés tienen los yacimientos arqueológicos de La Almagra y Villaricos.

Por último, a escasos kilómetros de Puebla se encuentran los famosos Baños de Mula, con manantiales de agua medicinal aprovechados desde época romana hasta nuestros días. El establecimiento termal ofrece una amplia oferta hotelera y un variado programa de actividades turísticas.