Puerta trasera de la catedral de Santa Maria, MURCIA

Traslado de la Sede Episcopal y conversión en Catedral (1291)

Por orden de Sancho IV, a requerimiento del obispo y sin permiso del Papa, la sede se acabó trasladando a Murcia por la supuesta inseguridad que presentaban las costas cartageneras en aquella época, unido a ser Murcia capital del "Reino" y tener aquí la Iglesia la mayor parte de sus propiedades donadas por el Rey. Sin embargo, el decreto de traslado ordenaba el mantenimiento de carthaginensis como nombre de la diócesis.
(22 de Febrero de 2009)