Al comenzar la Guerra Civil, la batería está casi terminada, a falta del montaje de la dirección de tiro y el telémetro, y sin realizar la prueba de explanada —comprobación de los anclajes de la pieza— y a pesar de no estar terminada del todo jugó un papel decisivo cuando el 25 de abril de 1937 se presentan en la zona los Cruceros
Canarias, Cervera y
Baleares siendo las piezas de esta batería las que intimidaron a los cruceros que no presentaron batalla ante la superioridad demostrada por el armamento de Cabo Tiñoso.