Para su construcción fue necesaria la creación de otras infraestructuras aún existentes, como los
caminos o el propio espigón portuario de La Azohía, donde fueron desembarcadas las piezas. Al comenzar la Guerra Civil (1936-1939), la batería estaba casi operativa, a falta de la dirección de tiro, por lo que aún no había realizado fuego.