La batería de Castillitos fue una de las dos que montaron las gigantescas piezas Vickers de 381 mm destinadas a la defensa de la base naval de
Cartagena (el otro emplazamiento sería el
monte de Cenizas). Su construcción se debió al Plan de Defensa de 1926, y estuvieron activas hasta finales del siglo XX cuando, una vez perdido su valor
militar, fueron desactivadas.